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Archivo Ducal de la Casa de Alburquerque

El Archivo de la Casa Ducal de Alburquerque llegó a Cuéllar en el año 1986, como una cesión en depósito a la villa por D. Beltrán Osorio y Díez de Rivera, XVIII duque de Alburquerque, asesorado por su gran amigo y administrador el cuellarano D. Román Velasco, pues el lugar donde estaba, la casa de la familia en Madrid, iba a ser vendida. A la muerte de D. Beltrán, su hijo, Joannes, junto con el Ayuntamiento de Cuéllar, acordó hacer una fundación que gestionara esos fondos documentales.

La Fundación Archivo Histórico de la Casa Ducal de Alburquerque se creó en 1997 y fue reconocida e inscrita por la Junta de Castilla y León el 21 de Julio de 1999. Su patronato está presidido por D. Juan Miguel Osorio Bertrán de Lis, XIX duque de Alburquerque y está compuesto por D. Jesús García Pastor, alcalde-presidente del Ilmo. Ayuntamiento de Cuéllar, que ocupa la vicepresidencia, D. José Martín Sancho, Diputado de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, en representación de la Excma. Diputación Provincial de Segovia, D. Guillermo Frühbeck Olmedo, que ocupa el cargo de secretario, D. Octavio Cantalejo Olmos y D. Juan Carlos Llorente Mínguez, vocales nombrados por el duque de Alburquerque. El cargo de archivera lo ocupa Dª. Julia María Montalvillo García desde la constitución de dicha Fundación, que desde diciembre de 1999 tiene su sede en la Torre del Homenaje del castillo-palacio de los duques de Alburquerque en Cuéllar, ocupando sus instalaciones el segundo y tercer cuerpo del torreón.

El Archivo de la Casa Ducal de Alburquerque agrupa los documentos generados por los siguientes títulos nobiliarios:

Los DUCADOS de Alburquerque, Algete y Sesto (título italiano)

Los MARQUESADOS de Alcañices, los Balbases, Cadreita, Cuéllar, Cullera y Montaos

Los CONDADOS de Alba de Aliste, La Corzana, Fuensaldaña, Grajal, Huelma, La Torre de Perafán, Las Torres de Alcorrín, Ledesma, Santa Cruz de los Manueles, Villanueva de Cañedo y Villaumbrosa.

Los SEÑORÍOS de Mombeltrán y su tierra y Villacid

Los MAYORAZGOS pertenecientes a los apellidos Angulo, Menchaca, Oropesa, Pineda, Recalde, Trejo, Vergara, Vicuña y Rodríguez de Villafuerte.

Territorialmente tenían posesiones en Badajoz, Jaén, Ávila, Salamanca, Segovia, Valladolid, Zamora, Lugo, Sevilla, Madrid, Navarra, Burgos, Toledo, La Coruña, Álava, Córdoba, Valencia, León e Italia.

Para comprender esta acumulación de títulos tenemos que situarnos en el siglo XIX; la vieja aristocracia agrupaba a mediados de ese siglo a 60 familias que tenían en común el orgullo de disfrutar de la máxima categoría nobiliaria: LA GRANDEZA DE ESPAÑA. Buena parte de estas familias se preciaba de reunir más de un título nobiliario; según la “Guía de forasteros de Madrid” de 1866, 25 grandes casas, entre ellas las de Alburquerque y Alcañices, reunían 72 grandezas de España y 142 títulos de nobleza.

Tras esta distinción formal se ocultaban otras características compartidas: su antigüedad, que en muchos casos se remontaba al siglo XV, un continuo y sostenido proceso de acumulación patrimonial a través de donaciones reales, compras, acumulación de herencias, matrimonios y el papel jugado por el MAYORAZGO castellano, que tenía por fin conservar y preservar el patrimonio.

En todos los matrimonios se perseguía el establecimiento de verdaderas alianzas entre familias de rango muy similar, igualmente se producen estrategias para captar algún patrimonio, generalmente al casarse algún titular con una heredera noble, pero casi siempre de rango inferior al suyo: Alburquerque con Cadreita, Algete con La Corzana o Grajal con Villafuerte; incluso no es excluyen las alianzas consanguíneas: Melchor de la Cueva casa con su sobrina, la tercera marquesa de Cadreita; Alvaro de Borja, segundón de la casa de Gandía, casaría con su sobrina carnal Elvira, quinta marquesa de Alcañices; el tercer conde de Grajal casa con María de Villafuerte, heredera del mayorazgo de Rodríguez de Villafuerte, que muere sin descendencia, el mayorazgo pasa entonces a su hermana Leonor, quien se casa con su cuñado.

Es, sin duda, esta política matrimonial de la nobleza el elemento que determina la formación del Archivo de la Casa Ducal de Alburquerque, en ella hay dos títulos principales que van asimilando a los demás, por un lado el ducado de Alburquerque y por otra el marquesado de Alcañices, mediante enlaces matrimoniales, cuidadosamente elegidos, ambas casas y las que fueron asimilando desde el siglo XV, confluyen en una única persona: Nicolás Osorio y Zayas, a estas dos casas hay que añadir una tercera que sirve de enlace entre las dos: el marquesado de los Balbases.

ALBURQUERQUE

Los Cueva eran originarios de Úbeda, eran una de las familias de caballeros hijosdalgo de ese lugar, su ascenso se inicia con Beltrán de la Cueva, favorito de Enrique IV quien, en 1462, le asciende al grado de la nobleza de titulo al concederle el de conde de Ledesma. El 26 de septiembre de 1464 le da el de duque de Alburquerque para compensarle por la renuncia que había hecho del Maestrazgo de Santiago, D. Beltrán había conseguido que el rey concediera a su padre, Diego de la Cueva, el título de vizconde de Huelma, con la condición de que a su muerte pasase a él, por cédula de 20 de agosto de 1474 lo constituye en condado ya que él había cedido el título de conde de Ledesma a su hijo primogénito, Francisco. Hacia 1530 el emperador Carlos V concede el título de marqués de Cuéllar a Francisco Fernández de la Cueva, biznieto de D. Beltrán, éste título desde 1562 será el que lleven los herederos del ducado.

El linaje de los Cueva se sucederá por línea directa hasta el siglo XVIII, aunque no de primogénito a primogénito; con la falta de descendencia masculina del 11º duque, se inicia un pleito sucesorio que hará recaer el ducado en D. Pedro Miguel de la Cueva y Velasco, descendiente de uno de los hijos del tercer matrimonio de Beltrán de la Cueva con María de Velasco. La línea directa y masculina se pierde al morir José Miguel de la Cueva, 13º duque de Alburquerque, en 1811 sin dejar hijos legítimos. A partir de ese momento se inicia un largo pleito por la sucesión, que finalizará en 1831 cuando el Consejo Supremo de Castilla sentencie a favor de Nicolás Osorio, biznieto de Ana Catalina de la Cueva, hija del 10º duque de Alburquerque y casada con Carlos Ambrosio Spínola, marqués de los Balbases y marqués de Alcañices.

Por el matrimonio entre Francisco Fernández de la Cueva, 8º duque, con Francisca Díez de Aux y Armendáriz se unen los títulos de marqués de Cadreita y de conde de la Torre de Perafán. El título de marqués de Cadreita lo había obtenido en 1617 Lope Díez de Aux y Armendáriz, que fue General de la Armada de la guardia de Indias, embajador en Alemania y Virrey de Nueva España de 1635 a 1640, y que era descendiente de Juan Díaz de Aux, escudero y caballerizo de D. Carlos, Príncipe de Viana, compró al rey de Navarra la villa de Cadreita. Don Lope casó con Antonia Afán de Ribera, condesa de la Torre, título que había sido concedido en 1618 a Inés Enríquez Sandoval, casada con un descendiente de los Afán de Ribera, que fueron Adelantados de Andalucía en el siglo XV y que fue Camarera Mayor de Ana de Austria, reina de Francia por estar casada con Luis XIII.

ALCAÑICES

El título de marqués de Alcañices tiene una particularidad, no tiene el precepto de ser heredado siempre por línea masculina, este hecho da lugar a que no siga una sucesión directa dentro del mismo linaje, con lo cual su historia es más complicada.

La casa de Alcañices empezó a destacar en el siglo XIV, había sido creada por el linaje de los Almanza, que eran señores de Alcañices, entraría en el linaje de los Enríquez a través del matrimonio de Constanza de Almanza con Juan Enríquez de Guzmán, segundo hijo del primer conde de Alba de Aliste en la segunda mitad del siglo XV. Su hijo, Francisco Enríquez de Almanza recibiría el título de marqués de Alcañices en 1533, como premio a su participación en la lucha contra los comuneros. El título pasa a los condes de Grajal en 1741.

CONDES DE GRAJAL. El linaje se inicia en el siglo XV con Hernán o Fernán Gutiérrez de Vega, que era un joven criado de Fernando de Antequera, hermano de Enrique III y regente de Juan II, en 1412 era su repostero mayor y uno de sus hombres de confianza, hasta el punto que le envía como su representante personal a entrevistarse en Caspe con los 9 compromisarios que habían de elegir al rey de Aragón; su misión era defender el derecho de su señor a esa corona, el resultado fue la elección del infante castellano Fernando como rey, recompensó a su criado en 1413 con la villa de Grajal. El título de conde le fue concedido a Juan de Vega en 1599. En 1626 su nieto era Primer Caballerizo, Cazador Mayor y más tarde virrey de Nueva España, le fue dado el título de marqués de MONTAOS, su madre era Beatriz Bermúdez de Castro, señora de Montaos, descendiente de un linaje iniciado en el siglo XV por Pedro Bermúdez de Castro, bastardo de un clérigo que fue legitimado a petición de su padre por los Reyes Católicos; su hermano añade a su patrimonio el mayorazgo de Villafuerte por su matrimonio con Leonor Rodríguez de Villafuerte, su hija casa con Alvaro Pérez Osorio, conde de Villanueva de Cañedo y señor de Villacid, su nieto hereda de su madre, Josefa Guzmán Spínola, el marquesado de Alcañices.

El título de CONDE DE VILLANUEVA DE CAÑEDO se le da en 1625 a Antonio de Fonseca, descendiente de los arzobispos de Santiago y Sevilla del reinado de Isabel la Católica y su hija Juana, el título llegará a los Osorio por el matrimonio de Ana María de Fonseca con Antonio Osorio Fonseca, señor de Villacid. Su nieto Manuel Juan heredará el condado de Grajal en 1720 y el marquesado de Alcañices en 1741, casado con María Dominga Spínola de la Cueva, quien aporta el marquesado de los Balbases al matrimonio, títulos que heredará su nieto Nicolás Osorio y Zayas.

El título de CONDE DE LAS TORRES DE ALCORRÍN, así como los de MARQUÉS DE CULLERA y de DUQUE DE ALGETE, fueron concedidos a Cristóbal de Moscoso, descendiente de una familia perteneciente al patriciado de Écija, por una fulgurante carrera militar en tiempos de Carlos II, quien le recompensa en 1683 con el título de conde de las Torres de Alcorrín, su participación en la Guerra de Sucesión en el bando ganador como Capitán

General le granjearía el favor real y el marquesado de Cullera en 1708 y el ducado de Algete, con grandeza de España, en 1734, por matrimonio enlazan con los Hurtado de Mendoza, condes de La Corzana.

Los Hurtado de Mendoza, señores de LA CORZANA, lograron altos cargos en la corte; Diego Hurtado de Mendoza obtiene el condado en 1639, su hijo ocupó el cargo de Capitán General de Cataluña en 1697, militó en el bando austríaco en la Guerra de Sucesión y ocupó el cargo de virrey de Valencia obteniendo la grandeza de España; murió exiliado en Viena, su hija casaría con Luis Manuel Fernández de Córdoba, CONDE DE SANTA CRUZ DE LOS MANUELES, otro partidario del archiduque Carlos, al volver a España en 1736 les serían reconocidos títulos y bienes, su hija Ana Catalina Manuel hereda el título y casa con Alonso de Zayas, su nieta, Mercedes, será la madre de Nicolás Osorio.

Los CONDES DE VILLAUMBROSA (Toledo) pertenecen a la familia Niño de Ribera, señores de Noez desde el siglo XV, pertenecían a la nobleza toledana, por vía matrimonial incorporaron el señorío de Villaumbrosa, su ascenso se realizó por vía burocrática, formaron parte del Consejo de Castilla durante todo el siglo XVII, aunque fue el empleo de Pedro Niño en la corte del Cardenal-Infante lo que le valió el título de conde de Villaumbrosa en 1625, le hereda su sobrino, cuyo nieto Carlos Ambrosio Spínola, marqués de los Balbases, casado con Ana Catalina de la Cueva, hija del duque de Alburquerque, es marqués de los Balbases, su hija será la abuela de Nicolás Osorio.

Los Vivero, CONDES DE FUENSALDAÑA desde 1584, eran un viejo linaje nobiliario, que tenían el título de vizcondes de Altamira de Vivero desde 1473, en la persona de Juan Pérez de Vivero. El tercer conde de Fuensaldaña fue Gobernador y Capitán General de Flandes en tiempos de Felipe V, enlazan por vía matrimonial con los Zayas, duques de Algete, Nicolás Osorio hereda el título de su tía Vicenta de Zayas.

BALBASES

El enlace entre estas dos casas nobiliarias fueron los marqueses de los Balbases, los SPÍNOLA eran de origen genovés y a lo largo del siglo XVII participarían activamente en las campañas militares del reino, destacando la participación de Ambrosio Spínola en la toma de Breda en 1625; quien disfrutaba ya de numerosos bienes y títulos italianos, era duque de Sesto, príncipe de Pentime, duque de Rocapippirozzi y barón de Ginosa. Cuando Ambrosio se instala en España a comienzos del siglo XVII empieza a desempeñar importantes funciones administrativas: Comendador Mayor de Castilla, Superintendente General de Hacienda y culminaría con la obtención del título de marqués de los Balbases en 1621; previamente habían adquirido el señorío de dicha villa para dar un nombre al título. A lo largo de ese siglo mantuvieron sus tradicionales alianzas con los italianos Doria y Colonna, pero a partir del siglo XVIII empiezan a realizar matrimonios con nobles españolas, entroncan con los Alburquerque al contraer matrimonio Carlos Ambrosio Spínola con Ana Catalina de la Cueva, su nieto fue Nicolás Osorio, será este parentesco el que decida a los miembros del Consejo de Castilla a otorgarle a él en 1831 la propiedad del ducado de Alburquerque con “sus unidos y agregados”, e decir, condados de Ledesma y Huelma y marquesado de Cuéllar, con ello reúne en su persona todos los títulos y mayorazgos que acabarán conformando el actual ARCHIVO DE LA CASA DUCAL DE ALBURQUERQUE.

 DATOS DE CONTACTO

Para visitar el Archivo se contactar previamente con la archivera en el siguiente teléfono o email

Archivera: Julia Montalvillo García

Teléfono: 921 142 522

email: archivo@aytocuellar.es y fundacionacda@gmail.com

Web: https://fundacionarchivoalburquerque.org/